Creyeron estúpidamente que el silencio acabaría conmigo. Era como querer envenenar a un cocodrilo con caldo de sapo. Sólo han conseguido hacerme más fuerte y afilar mis dientes. Sin quererlo, me han hecho un bien.
Leon Bloy, Diarios. 25 noviembre 1913
martes, 18 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
bloy se enamoro de una prostituta y murio de hambre rodeado de alimañas o animalitos como el decia
ResponderEliminar