Dice la esperanza: un día
la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza:
sólo tu amargura es ella.
Late, corazón... No todo
se lo ha tragado la tierra.
............
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...
Vive, esperanza, ¡ quién sabe
lo que se traga la tierra!
Antonio Machado
( después de la muerte de su esposa, Leonor)
lunes, 20 de abril de 2009
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Bellisimo recuerdo...
ResponderEliminarQue bien que lo incluya
Gracias amigo!!
ResponderEliminarDios. Me recuerda ese otro, antes de la muerte de Leonor, que siempre me pilla conmovido y donde también arroja la esperanza desesperada: "A un olmo, hendido por el rayo y en su mitad podrido..."
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