Escribe Schiller a Charlotte von Kalb:
"Entonces llevó usted el destino de mi espíritu a su corazón amistoso y veneró en mí a un talento no desarrollado que todavía luchaba inseguro con su materia. Usted me consideraba valioso no por lo que yo era y había realizado en verdad, sino por lo que quizá podía llegar a ser y realizar todavía. Ahora he logrado hacer reales sus esperanzas de entonces acerca de mí; y para justificar la parte que tomó en mi persona, nunca olvidaré cuánto debo a aquella relación hermosa y pura"
Vaya.... Schiller era un poeta agradecido, cosa extraña en el gremio...
lunes, 2 de marzo de 2009
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