sábado, 26 de junio de 2010

La luna

Para dar un alivio a estas penas,
que me parten la frente y el alma,
me he quedado mirando a la luna,
a través de las finas acacias.

En la luna hay algo que sufre,
entre un nimbo divino de plata:
hay algo que besa los ojos
y que seca, llorando, las lágrimas.

Yo no sé lo que tiene la luna,
que acaricia, que duerme y que calma
y que mira en silencio al rendido,
con inmensas piedades de santa.

Y esta noche, que sufro y que pienso
libertar de esta carne a mi alma,
me he quedado mirando a la luna,
a través de las finas acacias.

Juan Ramón Jiménez

No hay comentarios:

Publicar un comentario