El placer, el éxito y la felicidad pueden ser de aspecto áspero y de esencia abyecta; el dolor es lo más sensible que existe. En el mundo espiritual no hay nada que no pueda alcanzar el dolor...
El dolor es una herida que sangra apenas la roza cualquier mano que no sea la del amor, y lo hace sin sufrir, cuando ésta la toca.
Un temperamento áspero, duro, mezquino, puede disimularse detrás de la alegría y de la carcajada, pero detrás del dolor no hay más que dolor. A diferencia de la alegría, el dolor no se disimula.
Oscar Wilde, De Profundis.
Una obra muy esperanzadora, que ha sido una buena lectura para terminar el año e iniciar uno nuevo.
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