Es una costumbre, originada al parecer en Francia, sembrar un rosal frente a cada viñedo. El rosal es una planta especialmente delicada y así, si una plaga, un hongo o cualquier enfermedad amenaza la vid, donde primero se nota es en el rosal. Al ver el rosal enfermo, se toman entonces las medidas para evitar que el problema se siga propagando.
Quién diría que una planta sensible y delicada pueda ser protectora del vino. Su importancia está, en este caso, en su fragilidad.
En la vida lo sensible y delicado normalmente logra mucho mas que la fuerza y la imprudencia, en eso como en muchas cosas la naturaleza nos da una lecciòn de vida.
ResponderEliminarSaludos.
Es muy cierto, a veces, en la aparente debilidad está la verdadera fortaleza. Gracias por la visita y por comentar.
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