En el alma llevaba un pensamiento,
una duda, un pesar,
tan grandes como el ancho firmamento,
tan hondos como el mar.
De su alma en lo más árido y profundo
fresca brotó de súbito una rosa
como brota una fuente en el desierto,
o un lirio entre las grietas de una roca.
Rosalía de Castro, "En las orillas del Sar".
(1837-1885)
Madrid, 10 septiembre 2009
viernes, 11 de septiembre de 2009
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se parece a algo que escribiria escamilla esta espantoso
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